miércoles, 21 de marzo de 2012

COMO EL SOL

Hace un año que no estás y parece mentira. Todo sigue igual. Los rosales no se han secado y el peral se ha llenado de frutos. En la fiesta la música se escuchó hasta la madrugada.

Mamá y yo hemos paseado por los  sitios de siempre. Hemos sentido el frescor de la noche en la terraza. Los aviones, como estrellas intermitentes, recorrían el cielo. Hasta vimos un meteorito, parecía un cometa con la cabeza de oro, desintegrándose en pequeños trozos hasta  desaparecer. El cielo diáfano y el aire puro.

Todo está igual, pero nada es lo mismo. ¡Te has ido tan lejos! Nada volverá a ser cómo antes, solo me consuela saber que ya no hay dolor, que respiras a pleno pulmón, que tus piernas de nuevo son ágiles y fuertes. Que puedes correr, reír, saltar, ...

Pero tú, que tanto nos querías, que lejos debes estar porque no te siento alrededor. ¡Que lejos!

Este viento de verano me visita todos los años y entona su himno bello. Lo espero y siempre acude a la cita.

Dime tú donde estás; como este viento recorreré tierra y mar y aunque solo sea por un momento poderte abrazar.

Tu hija