viernes, 15 de abril de 2011

DULCE AGUA CLARA

Recuerdo el tiempo, que ahora me parece tan lejano, en el que conocí en la facultad de derecho de la autónoma de Madrid a dos hermanos, se llamaban Marisol y Gerardo, dos hermanos, buena gente, ella morena, guapa, vivaz y alegre, el triste y callado, mirando siempre a lo lejos, y con una hermosa voz de hombre culto y sensible. Fuimos muy amigos. No se que será de ellos, espero que les vaya bien. Recuerdo que tocaban la guitarra y que el muchacho componía dulces y bellas canciones de amor. Al recordar sus canciones, el alma se me llena de primavera y se inunda de olores mi corazón, olor a agua, a yerba, a árboles frondosos, a sueños, a una vida por vivir, el recuerdo de aquellos compañeros me entristece y alegra a la vez. Como ha pasado el tiempo.........TU SOL Y TINIEBLAS, TU NOCHE Y MAÑANA, POR MI TU LUNA BELLA POR MI DULCE AGUA UN HOMBRE QUE CAMINA POR EL MAR, DE HIERBA DULCE Y CLARA DE SU HOGAR..........EL MUNDO GIRA ALREDEDOR PERO EN SU MUNDO EL LABRADOR NO SE ESFUERZA POR CORRER, ANDA COMO EL CARACOL.  Solo vive para ver como gira el girasol, Dulce primavera, dulce amor, hay alguien que os espera en su rincón alguien que os adora con fervor como los girasoles que giran día y noche hacia el sol......sobran comas le faltan puntos las letras no las recuerdo con exactitud, pero así soy atropellada y vehemente con algunos recuerdos, la cuesta del Moyano, el instituto Isabel la Católica, mi alegría sin límites y mis ilusiones sin fronteras. En aquellos tiempos que bello era vivir.

lunes, 11 de abril de 2011

Momentos

Central Park. Manhattan. La Quinta avenida. La Bahía de San Francisco. Los lagos canadienses. Los bosques de abetos. El jarabe de arce. Los renos. Papá Noel. La nieve. Los tejados en navidad. Luces en la oscuridad. El mar del Norte. El Mediterráneo. Las montañas azules. El aire de Vermont. El baile de fin de curso. El vestido azul de verano. Un café en mi cocina con el sol entrando a raudales por la ventana. El viento de agosto arrastrando el perfume de los campos y llevándolos hasta mi ventana.  Mis libros. Personajes que yo he hecho mis amigos y que me han ayudado a caminar. Trozos de mi corazón esparcidos y felices viviendo de forma independiente en lugares ajenos a mí. El tiempo que no me perdona y hace que piense más y viva menos. Las ganas de volver atrás y llenar mi mochila de sol y nieve como aquellos viajeros que han pasado por mi casa. No pensar y marchar muy lejos. Hacer como decía la canción de Albano:  ........ marcharme y no quedarme aquí, vivir mi vida como quiero, ponerme solo mis blue jeans y en mi cabeza un sombrero.
Que así sea.